Colegio Bilingüe Manuel Siurot

Mi participación en este proyecto en la preciosa localidad italiana de Città di Castello debería de haber comenzado ayer lunes, 26 de febrero. Sin embargo, las malas condiciones meteorológicas hicieron que las autoridades decidieran cerrar todas las escuelas de la zona.

A las 9:00 de la mañana, el director de la Scuola Internationale San Filippo, el Sr. Massimo Belardinelli, me ha recibido muy amablemente en las instalaciones de este colegio de primaria que ocupa un magnífico y amplísimo edificio que data de 1735. Cabe destacar que el señor Belardinelli es también el director de once centros educativos más de la zona.

Según me ha explicado en detalle, todo el personal del Centro (dirección, profesorado, administración, secretarías, …) hace uso de las aplicaciones que proporciona Google G Suite, de forma que todos están en permanente contacto entre sí y debidamente informados de cualquier aspecto que ataña al colegio.

Por otra parte, los alumnos también tienen acceso a la red de Internet que utiliza el Centro, ya sea de manera individual o de manera grupal.  El alumnado de la Scuola está muy familiarizado con el uso de las nuevas tecnologías en el desarrollo de sus clases. De hecho, es frecuente que docentes de cualquier materia planteen sesiones BYOD (Bring Your Own Device) para las que los alumnos, ya desde edades tempranas, traen al aula sus propios dispositivos (teléfonos móviles, tablets, portátiles, etc.) y los utilizan con fines meramente académicos. Esto responde a una visión práctica de la realidad actual: el alumnado cada vez más usa la tecnología en su día a día, por lo que qué mejor manera de aprender que manejando los dispositivos que tienen a su alcance.

La Scuola San Filippo cuenta con un 20% de alumnos extranjeros, muchos de ellos procedentes de lugares tan diferentes como Marruecos, Perú, Rumanía o México. Por ello, uno de los objetivos prioritarios del centro es educar en la igualdad, en la integración y en la diversidad, de forma que desde un primer momento los alumnos extranjeros se sienten parte del sistema educativo exactamente igual que cualquier niño italiano.

Esta mañana también he tenido la oportunidad de visitar las instalaciones de la Scuola. Al tratarse de un edificio del siglo XVIII, el centro cuenta con unos pasillos amplísimos y unas aulas muy espaciosas. A pesar de que a la dirección del centro no le está permitido modificar la estructura, el aspecto exterior y los colores del edificio, todas las estancias están profusamente adornadas con coloridos murales, manualidades de los alumnos, móviles que cuelgan del techo, etc.

El colegio pretende darle una utilidad a todo el espacio disponible. Por ello, los pasillos se convierten en zonas donde se puede seguir aprendiendo, donde podemos proyectar actividades, (aunque sea en mesas), e incluso donde podamos descansar en varios sofás habilitados para tal efecto. De la misma forma, la cantina, que normalmente sólo se utilizaba una hora al día, ahora se convierte en un improvisado laboratorio, y el gimnasio también acoge conciertos de música y obras de teatro.

Hoy también he podido conocer al profesor Antonio Palazzotti, quien me ha mostrado la plataforma eTwinning que permite poner en contacto a los equipos educativos de distintos centros escolares en toda Europa y participar en diversos proyectos académicos. Hasta la fecha el profesorado y los alumnos de la Scuola San Filippo ya han colaborado activamente con algunos centros extranjeros.

Además, el profesor Palazzotti y la profesora Ana Radicchi han estado discutiendo conmigo algunos aspectos interesantes sobre la enseñanza en Italia: cómo se evalúa a los alumnos, qué criterios se siguen para promocionar, las influencias de Montessori y Bortolato en su manera de enseñar, etc.

Después de un día intenso y lleno de información interesante, no puedo más que agradecer el fabuloso recibimiento que he tenido por parte de todo el personal de la Scuola. Mañana miércoles visitaré el centro de primaria San Pío X.