Colegio Bilingüe Manuel Siurot

Esta mañana he acudido a la Scuola San Pío X, un centro de educación primaria de Città di Castello que cuenta con unos 20 docentes y alrededor de 180 alumnos de entre 6 y 12 años.

Asisto en primer lugar a una clase de 3º en la que la maestra Valentina va a impartir una sesión de Geometría. Este grupo está formado por 21 alumnos de 9 y 10 años.

El aula es muy amplia, lo que le permite a la maestra utilizar el espacio a su conveniencia. La pared de la que cuelga la pizarra digital está pintada de un color verde claro, a diferencia del resto de las paredes que son blancas. Esto ocurre en todas las aulas del Centro y también en la Scuola San Filippo, porque consideran que esta tonalidad atrae la atención de los alumnos.

Los niños trabajan en grupos de 4 ó 5 y cuando van terminando la tarea pueden levantarse e ir a otras mesas para ayudar a otros compañeros. Para Valentina, la colaboración de los niños entre sí es fundamental. Los alumnos son los actores de su propio aprendizaje y la mejor manera de aprender es haciendo (learning by doing). Ella permanece en un segundo plano, observando y echando una mano en caso necesario. Los alumnos practican en la pizarra digital y de esa práctica extraen la regla teórica.

Para terminar la sesión de Geometría, Valentina formula preguntas que los alumnos van respondiendo de forma voluntaria. Así, en pocos minutos, todo el grupo hace un resumen de lo aprendido en este día.

A continuación, estos mismos alumnos tienen clase de Matemáticas también con Valentina. La sesión comienza con un ejercicio de repaso en la pizarra digital de los contenidos ya explicados anteriormente. Los alumnos se presentan voluntarios para responder a determinadas cuestiones. En todo momento, se muestran muy participativos. Una vez terminada la actividad, el ritmo cambia y pasan a realizar una tarea individual en sus pupitres: copiar en sus cuadernos una tabla de medidas de peso proyectada en la pizarra digital.

La sesión de Matemáticas finaliza y los alumnos hacen una pausa de 20 minutos para tomar la merienda.

Tras la pausa, voy con la maestra Marta a 4º (10-11 años) donde imparte una clase de Lengua italiana. Aprovecho para ver las instalaciones del Centro que, al igual que en San Filippo, son muy amplias y están decoradas con los trabajos y manualidades de los alumnos.

Una idea fundamental en estos centros es sacar el máximo partido al espacio disponible, de forma que cualquier lugar es bueno para desarrollar una actividad académica.

La clase de 4º cuenta con 17 alumnos, distribuidos en grupos de 3 ó 4. Para la actividad que van a realizar hoy (crear un cuento de hadas), los alumnos se organizan de manera aleatoria en tres grupos, dos de los cuales trabajan dentro del aula y el otro sale al pasillo. La maestra Marta da una serie de directrices para que los alumnos empiecen la tarea y sólo acude en caso de que exista alguna duda.

Después de la clase de Lengua italiana en 4º, regreso a 3º para asistir a una sesión de Gramática italiana con la maestra Anna.

Antes de comenzar con las actividades propias de la asignatura (hoy toca repasar el uso de la h), Anna me presenta la aplicación Classroom de Google G Suite con la que los alumnos ya están muy familiarizados. Todos los fines de semana, los alumnos deben realizar alguna tarea a través de esta aplicación y enviársela a la maestra para su evaluación. De la misma forma, todos los jueves tienen una sesión de BYOD (Bring Your Own Device) para la que los alumnos traen al Centro sus propios dispositivos electrónicos y los utilizan como una herramienta más en el aprendizaje de las distintas asignaturas.

Llega la hora del almuerzo y, siguiendo con la filosofía de aprovechar al máximo el espacio disponible, el aula se convierte en un improvisado comedor.